Nuevo proyecto de adaptación de local junto a la Plaza Nueva de Sevilla. Se trata de un local de grandes dimensiones y una extraordinaria altura, en planta baja del emblemático edificio de la Unión y el Fénix, un proyecto del arquitecto Fernando Cánovas del Castillo ejecutado en 1941, que comprende semisótano, bajo, entreplanta, principal, tres plantas y ático, por lo que constaba de una altura inusual para la ciudad en su momento.
El edificio se amplió con la parcela colindante de C/ Joaquín Guichot en 1952 utilizando la misma fachada, que comprende los últimos tres huecos de la misma. La impresionante estructura de hormigón armado fue calculada por el célebre Eduardo Torroja, en la que incluso los muro exteriores se proyectaron en hormigón armado revestidos de piedra. Destaca el ángulo curvado en la confluencia de las calles Fernández y González con Joaquín Guichot y la planta absolutamente irregular.
Entre otras curiosidades, el edificio consta de un refugio contra bombardeos construido asimismo en hormigón armado.