El pasado sábado el estudio de arquitectura Honorio Aguilar tuvo el placer de compartir una visita al Hospital de la Caridad de Sevilla con Monseñor Giovanni Lanzafame, capellán del Hospital, gracias a la invitación de la Fundación Ginemed y su director José María Sainz, director médico Pascual Sánchez y presidente de la Fundación Fernando Sánchez. La visita permitió conocer las estancias privadas del siglo XVII de la Hermandad de la Santa Caridad, así como las del propio Miguel de Mañara. La aportación al conocimiento de la obra de Leonardo de Figueroa fue el tema central del discurso desde la perspectiva del arquitecto Honorio Aguilar.
Leonardo de Figueroa nació en la villa de Utiel (Valencia) cuando sus padres se encontraban de viaje en 1654, y quizá sea la razón por la que este importante arquitecto que se crió en Antequera y al que con diez años fue enviado una casa de la calle Naranjuelo (actual calle Marcelo Spínola), en la collación de San Lorenzo de Sevilla, no haya tenido hasta el momento el reconocimiento que merece de esta ciudad. Formado desde temprana edad en Sevilla, ciudad en la que vivió prácticamente toda su vida, es sin duda el arquitecto sevillano más notable de finales del siglo XVII y principios del XVIII en nuestra ciudad. A veces se le confunde con hijos y nietos, también arquitectos, especialmente por la prolífica arquitectura de su nieto Antonio Ambrosio de Figueroa a lo largo de toda la diócesis de Sevilla.
A partir de 1679 trabajó en las obras de la iglesia y hospital de la Caridad, que cuenta con dos patios iguales unidos y cuyo diseño pudo ser apreciado por el fundador del hospital, Miguel de Mañara en el Hospital de Tavera de la ciudad de Toledo, del siglo XVI. El diseño que empleó para el ático de la fachada de la iglesia está también en la Colegiata del Salvador de Sevilla, probablemente a su vez diseño del arquitecto de la catedral granadina José Granados de la Barrera, iglesia en la que Figueroa efectuó el cerramiento de las bóvedas, la cúpula y la decoración arquitectónica interior, además del cuerpo de campanas de la torre. En el Hospital su diseño además puede apreciarse en la espadaña que se sitúa sobre la galería central del patio; en la torre, atribuida anteriormente a Francisco Rodríguez y de la que recientes documentos inéditos permiten fijar la autoría de Figueroa, especialmente en el remate del cuerpo de campanas y chapitel, en la que utiliza de un nuevo modo la cal y la azulejería, con un diseño muy personal siguiendo los precedentes del arquitecto Pedro Romero en la torre de la iglesia de la O en Triana; y en especial su diseño puede apreciarse en el gran estribo ejecutado en el lado del Evangelio de la iglesia para contener los desplazamientos de la misma, que ya a finales del XVII habían producido la grieta de la bóveda de cañón que aún puede apreciarse. El estribo, situado entre la iglesia y y la Real Maestranza de Artillería existente en parte de las Atarazanas, próximo a la torre de la iglesia de la Caridad, puede contemplarse sólo desde uno de los patios del Hospital y su traza recuerda a la fachada del Salvador, a su vez inspirada en la iglesia de Gesú de Vignola en Roma. Merece la pena conocerlo…