Honorio Aguilar ha comenzado la recogida de adhesiones para que se inicien los trámites ante la Unesco para la declaración de la arquitectura mudéjar sevillana como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Como el Real Alcázar ya ostenta esa catalogación, lo que sugiere es extender la declaración de ese monumento al resto de edificios mudéjares existentes o, al menos, a un conjunto de ellos.
El Arte Mudéjar es un estilo artístico que se desarrolla en los territorios reconquistados por parte de los reyes cristianos en la Península Ibérica durante el período medieval, fundamentalmente en los siglos XII al XVI, según el avance cristiano en la conquista de los territorios.
Se trata por lo tanto de un estilo que es testimonio de la convivencia cultural entre Occidente y Oriente, que se alimenta de las corrientes artísticas cristianas y musulmanas de la época y que lo practicaban artistas, artesanos y maestros de religión y cultura musulmana que permanecían en los territorios conquistados por los cristianos y que fue avanzando por la Península conforme avanzaba la reconquista cristiana. Ello hizo que su desarrollo más temprano fuera en la zona del Duero, descendiendo hacia el sur y dando lugar a distintas escuelas como la Aragonesa, la Castellano Leonesa, la Valenciana, la Portuguesa y por último la Andaluza donde uno de los principales focos se centra en la ciudad de Sevilla y su provincia.
Ejemplos de arquitectura civil mudéjar los tenemos en el Real Alcázar de Sevilla, en la Casa de Pilatos, en la Casa Olea o en el Palacio de los Marqueses de la Algaba que alberga en sus estancias el Centro del Mudéjar, proyecto inaugurado en 2013 fruto de la colaboración entre la Delegación de Participación Ciudadana y el ICAS, y que enseña de forma didáctica esta arquitectura de mestizaje típicamente hispánica.